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La fiebre del heno, también conocida como rinitis alérgica, es una afección que se produce cuando el sistema inmunitario del organismo reacciona de forma exagerada a los alérgenos presentes en el aire, como el polen, el moho, los ácaros del polvo y la caspa de las mascotas.

A pesar de su nombre, la fiebre del heno en realidad no causa fiebre. El nombre "fiebre del heno" deriva de la idea popular del siglo 19 de que el olor del heno en verano causaba enfermedades. Pero si tiene fiebre del heno, su temperatura corporal no subirá.

Las personas que padecen fiebre del heno no están solas: aproximadamente el 7.8% de las personas mayores de 18 años en EE. UU. tienen fiebre del heno.1 Los síntomas más comunes pueden incluir estornudos, congestión, secreción nasal y picazón en los ojos.


Síntomas de la fiebre del heno

La fiebre del heno no es realmente una fiebre, sino una reacción alérgica al polen o a otros alérgenos presentes en el aire. Puede provocar síntomas como estornudos, congestión, piazón en los ojos, secreción nasal y otros.

Estos son algunos de los síntomas más comunes de la fiebre del heno:

Si padece asma, puede experimentar síntomas más graves cuando los alérgenos agravan e inflaman sus vías respiratorias, lo que provoca síntomas de asma como:

  • Dificultad para respirar
  • Opresión o dolor en el pecho
  • Sibilancias
  • Tos

Si padece fiebre del heno, tiene mayor riesgo de desarrollar problemas como infecciones sinusales y pólipos nasales. Consulte a un médico si experimenta síntomas graves o no consigue aliviarlos.

Conozca más sobre otros síntomas comunes de la alergia aquí.

¿Cuánto dura la fiebre del heno?

Los síntomas de la fiebre del heno pueden comenzar inmediatamente después de la exposición a los alérgenos y pueden durar tanto tiempo como permanezca expuesto al alérgeno. Si es alérgico al polen, es posible que empiece a estornudar y a sonarse la nariz cuando salga al aire libre en las épocas de mayor concentración de polen. O, si es alérgico a los ácaros del polvo que proliferan en las almohadas y la ropa de cama, sus síntomas pueden empeorar cuando descansa por la noche.

Los síntomas pueden ser ocasionales o continuos, lo que supone lidiar con ellos a diario. Mientras esté expuesto a los alérgenos, puede tener síntomas de fiebre del heno. Quienes padecen alergias estacionales pueden experimentar los síntomas de la fiebre del heno únicamente durante una estación concreta, según a qué sean alérgicos.

¿Es contagiosa la fiebre del heno?

No, la fiebre del heno no es contagiosa. Su nombre puede confundir, pero la rinitis alérgica no es lo mismo que la rinitis infecciosa, también conocida como resfriado común. La fiebre del heno es una reacción exagerada del sistema inmunitario provocada por un alérgeno, y sus síntomas no pueden transmitirse de una persona a otra. ¿Le preocupa que sus síntomas se deban a un simple resfriado? Visite nuestra práctica guía de resfriado o alergia.


¿Qué causa la fiebre del heno (rinitis alérgica)?

La fiebre del heno, o rinitis alérgica, se produce cuando el sistema inmunitario reacciona a algo en el ambiente, como el polen o la caspa de las mascotas. El sistema inmunitario percibe los alérgenos como una amenaza y activa una reacción en cadena para defenderse de los disparadores de la alergia.

Las células inmunitarias liberan histamina, lo que indica más respuestas inmunitarias para combatir los alérgenos. Esto puede dar lugar a procesos que causen sus síntomas, como estornudos, tos, secreción nasal y lagrimeo. Piense que estos síntomas son la forma que tiene su cuerpo de intentar eliminar los alérgenos de su organismo.

Algunos alérgenos que pueden desencadenar los síntomas de la fiebre del heno son el polen, el moho, los ácaros del polvo, las cucarachas y la caspa de las mascotas.

Rinitis alérgica perenne o rinitis alérgica estacional

Usted puede tener fiebre del heno, o rinitis alérgica, en cualquier época del año.

La rinitis alérgica perenne puede aparecer durante todo el año. Puede estar causada por desencadenantes de alergia que siempre están presentes, sobre todo por alérgenos de interior, como los ácaros del polvo, las cucarachas y la caspa de las mascotas. Si tiene síntomas de alergia, como secreción nasal y estornudos, que persisten independientemente de la estación del año, es posible que padezca rinitis alérgica perenne.

La rinitis alérgica estacional se produce en determinadas épocas del año, en función de los desencadenantes de la alergia y del lugar donde viva. Los desencadenantes habituales son el polen de los árboles, las hierbas y las malezas. Las alergias estacionales suelen producirse en primavera, en verano y a principios del otoño, cuando los árboles y las malezas florecen y los niveles de polen son más elevados.


Tratamientos para la rinitis alérgica: cómo detener la fiebre del heno

Por desgracia para los alérgicos, la fiebre del heno no tiene cura permanente. Sin embargo, puede controlar y minimizar los síntomas reduciendo su exposición a los alérgenos y utilizando tratamientos para aliviarlos.

Las personas que padecen alergias de interior pueden tomar algunas medidas sencillas para reducir su exposición a los alérgenos.

  • Use un deshumidificador para reducir la humedad de su hogar. Esto ayuda a eliminar alérgenos como el moho y los ácaros del polvo, que proliferan en ambientes húmedos.
  • El polen es una sustancia en forma de polvo que puede viajar por el aire hacia las ventanas abiertas. Mantenga las ventanas cerradas para reducir la cantidad de polen en su casa.
  • Mantenga su casa limpia y ordenada. Limpie superficies y pisos, aspire alfombras y moquetas, y saque el polvo de su casa con regularidad.
  • Lave la ropa de cama una vez a la semana con agua caliente y séquela bien.
  • Mantenga a las mascotas, y su caspa, fuera de la cama y del dormitorio.

Conozca más consejos para reducir las alergias de interior visitando nuestra guía.

Para las personas con alergia de exteriores, estos son algunos consejos que pueden ayudar a disfrutar del aire libre con menos síntomas de alergia.

  • Quédese en casa, sobre todo cuando el nivel de polen es elevado.
  • Si pasó tiempo al aire libre, es posible que el polen siga en contacto con su cuerpo: cámbiese de ropa y báñese al volver a casa.
  • Lo mejor para los alérgicos es dejar que otra persona trabaje en el jardín durante las temporadas de mucho polen. Si debe rastrillar las hojas o cortar el césped, use una mascarilla antipolvo y gafas protectoras.

Conozca más consejos para reducir las alergias de exteriores visitando nuestra guía.

Los medicamentos de venta sin receta y los recetados pueden ayudar a aliviar los síntomas de la alergia de la fiebre del heno.


PREGUNTAS

¿Por qué se llama fiebre del heno?

Aunque la palabra "fiebre" implica una temperatura corporal elevada, la fiebre del heno no tiene nada que ver con una fiebre real. El nombre "fiebre del heno" deriva de la idea popular del siglo 19 de que el olor del heno en verano causaba enfermedades.

¿La fiebre del heno provoca fiebre?

No, la fiebre del heno no provoca fiebre. La temperatura corporal puede aumentar por otros motivos, como un virus del resfriado u otra infección, pero no por alergias.

¿El embarazo provoca fiebre del heno?

No, el embarazo no provoca fiebre del heno. Sin embargo, a veces el embarazo hace que cambien los síntomas de la alergia. Pueden empeorar, permanecer igual o incluso mejorar. Cuando las personas están embarazadas, a menudo desarrollan congestión nasal. Se llama rinitis del embarazo y puede provocar una sensación de congestión, como si tuviera un resfriado o una alergia.

 

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Referencias

  1. Colegio Americano de Alergias, Asma e Inmunología. Estadísticas sobre alergias. Acceso desde: https://www.aaaai.org/About/News/For-Media/Allergy-Statistics